A menudo nos preguntan por redes sociales sobre el uso del PET en nuestros productos de IV Gama y la explicación es muy sencilla: en este momento no hay un material mejor.
Utilizamos tarrinas de PET y Polipropileno por distintas razones:
– Garantía alimentaria: envases realizados con ambos materiales ofrecen condiciones de conservación e higiene alimentaria muy elevados, por un precio asequible. Hay alternativas como el vidrio, pero presenta riesgos de seguridad, un coste mayor y mayores costes de transporte.
– Reciclado: nuestras tarrinas se deben situar una vez utilizadas en el contenedor amarillo. En teoría estos materiales son separados y preparados para volver a ser moldeados y generar nuevos envases.
– Origen reciclado: nuestras tarrinas de PET se elaboran con un 70% de materiales reciclados. Una parte viene de plantas de reciclaje y otra de mermas de los mismos procesos de fabricación.
– Termosellado: las frutas frescas respiran y generan gases. En estas tarrinas podemos modificar la composición de la atmósfera y termosellarlo con film que permite el intercambio de gases con el exterior. Nosotros lo llamamos ralentizar el metabolismo de la fruta.
– Transparencia: el PET cuenta con un indudable factor de transparencia que permite a los consumidores ver lo que van a comprar.
Otros materiales como el PLA están en nuestros laboratorios con pruebas semanales, pero todavía son demasiado caros o no cuentan con las cualidades técnicas para cubrir el 100% de elaboraciones. Aún así, seguimos probando todas las novedades y materiales y cuando surja una alternativa mejor, la aplicaremos sin dudarlo.