El incremento en el precio de los alimentos es uno de los lamentos más repetidos por cualquier persona que vaya a hacer la compra. Es más que notable que el coste de la cesta de la compra ha despegado en los últimos años. En 2022, los españoles gastamos 105.000 millones de euros en la compra de alimentos, un 9,1% más que el año anterior, todo un récord, según la consultora NielsenIQ.

Y pese a que ir al mercado cada vez nos sale más caro, el volumen de desperdicio de alimentos sigue siendo enorme, lo cual también tiene un alto impacto ambiental.

En el mundo, 1,3 mil millones de toneladas de comida son desperdiciadas cada año, una cantidad que bastaría para alimentar a dos mil millones de personas, según datos de la FAO, que es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al hambre en el mundo. Tremenda tarea.

La cifra del desperdicio alimentario en España en 2022 alcanzó los 1.170 millones de kilos. Escandalosa, ¿verdad? Aunque no consuele, al menos fue un 6,1% menos que en 2021.

No obstante, la responsabilidad no es solo de lo que hacemos de puertas para adentro de nuestro hogar, porque el desperdicio alimentario comienza en el campo y continúa en el proceso de producción de esos alimentos.

Así que todos tenemos que ‘ponernos las pilas’. Cada uno en su hogar y la industria agroalimentaria en su día a día laboral.

Para ayudarte a que sumes tu importante granito de arena te vamos a dar 8 consejos para reducir el desperdicio de alimentos en tu hogar.

Pero antes, para dar ejemplo, te vamos a decir lo que hacemos en Peris para reducir el desperdicio alimentario como operadores que somos de la industria agroalimentaria.

Responsabilidad Social Corporativa en Peris para la reducción del desperdicio de alimentos

1. Frutas y verduras de cuarta gama: peladas y troceadas, listas para su consumo.

Hay muchos alimentos ‘feos’, con formas no normativas, que en cualquier frutería serían los olvidados, los que nadie se llevaría. Sin embargo, esos alimentos siguen siendo perfectos para su consumo.

En Peris, utilizamos siempre frutas y verduras de calidad para la división de cuarta gama (IV gama) y entre ellas también caben frutas y verduras ‘feas’. O frutas que pueden haber sufrido un golpe y que eliminando esa área, siguen estando en perfecto estado para su consumo.

Las seleccionamos, las pelamos y troceamos. Y ya están listas para su consumo.

El pelado y troceado en manos de expertos también reduce la merma que podemos generar en casa pelando nosotros mismos frutas como la piña, el mango, la granada y la calabaza, entre otras.

2. Alimento para animales del sector ganadero.

Las pieles de las frutas o las hojas que descartamos del apio blanco son plato gourmet para las vacas de una ganadería cercana. Ellas comen productos frescos y saludables para su dieta y nosotros le damos una nueva vida a esos desechos, que terminarían en la basura de no ser por estos rumiantes. Es un buen ejemplo de economía circular.

3. Semillas de melón y calabaza para alimentos funcionales.

A las semillas que desechamos del melón y la calabaza en IV gama también les damos uso.

Por ejemplo, colaboramos con una empresa que realiza quesos veganos con aceite de pepitas de melón.

También tenemos un acuerdo de colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, que utilizan el aceite de nuestras pepitas de calabaza y melón para la elaboración de alimentos funcionales, eliminando grasas saturadas y sustituyéndolas por esos aceites, poliinsaturados y mucho más saludables.

Por supuesto, siempre estamos intentando mejorar procesos para reducir esa merma fruto de nuestra actividad. El departamento de calidad está ojo avizor para lograr el objetivo de reducir el desperdicio alimentario en la empresa.

Todo ello, trata de ir, además, en línea con los principios universales del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, donde tienen gran peso distintas medidas medioambientales para hacer frente al cambio climático.

8 consejos para evitar el desperdicio de alimentos en tu hogar

Si tú también sientes esa motivación para contribuir desde tu hogar a reducir la cantidad de alimentos que tiras, aquí van 8 buenos consejos. No hace falta aplicarlos todos a la vez, porque los cambios cuestan. Pero sí conviene tenerlos en cuenta e ir sumándolos poco a poco, hasta convertirlos en hábito.

1. Pásate el batch cooking y planifica un menú semanal:

El batch cooking es un sistema que te permite organizar tus comidas semanales para ahorrar tiempo. Lo habitual es cocinar todos los platos de la semana en un solo día, o dejarlos prácticamente terminados, y consumirlos a lo largo de la semana. Esto ahorra mucho tiempo si entre semana no dispones de él y te ayuda frente al desperdicio alimentario, porque sabiendo qué comidas vas a hacer esa semana, compras solo lo necesario para poder elaborar esas recetas.

2. Ve a comprar con una lista de la compra y sin hambre:

Haz una lista de todo lo que necesites comprar y, antes de salir, comprueba que no tienes ninguno de esos alimentos en casa. También te ayudará ir sin hambre a la tienda, para no caer en compras impulsivas que, además, suelen ser de alimentos poco saludables.

3. Almacena bien los alimentos:

Aprende a almacenar los alimentos correctamente, utilizando envases herméticos y etiquetando los productos con fechas de consumo preferente o de caducidad. Organízalos poniendo más a mano aquellos que vayan a caducar antes.

4. Aprovecha el congelador:

Utiliza tu congelador para preservar alimentos perecederos como carne, pan, frutas y verduras antes de que se echen a perder. También puedes congelar porciones individuales de comidas para consumirlas otro día, lo que ayuda a reducir el desperdicio de alimentos frescos.

5. No comas con la vista, sino con el sentido común:

Sirve cantidades adecuadas para evitar que las sobras acaben en la basura. Gran parte del desperdicio alimentario proviene de alimentos cocinados.

6. Sé creativ@ con las sobras:

Transforma las sobras en nuevas comidas, como ensaladas, batidos, guisos… Se llaman recetas de aprovechamiento y hay diversas webs que te ayudarán a encontrar recetas en base a los alimentos que tengas en tu frigorífico o despensa.

7. El consumo preferente no es la fecha de caducidad:

Hay alimentos que tienen fecha de caducidad y otros que tienen fecha de consumo preferente. Estos últimos aún suelen tener un tiempo de vida una vez vence esa fecha. Antes de tirarlos, utiliza el sentido común, huele y prueba el alimento antes de tirarlo. Si todo parece correcto, consúmelo. Si tienes alguna duda, mejor deséchalo, y a la próxima intenta consumirlo antes de que alcance la fecha de consumo preferente mostrada por el fabricante o productor.

8. Conciencia a toda la familia:

Educa a tu familia sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario y fomenta una cultura de aprovechamiento en el hogar. Puede llegar a ser muy creativo y motivador afrontar estos cambios en equipo.