Mil kilos de semillas de calabaza de variedad tradicional. ¡Ahí es nada! Ese es el volumen que hemos conseguido recuperar a lo largo de los últimos 20 años, tiempo en el que nos hemos esforzado mucho por contribuir a recuperar variedades tradicionales de calabazas carruécano, cacahuete y roteña valenciana, una fruta (sí, sí, fruta) de la que somos especialistas.
¿Y por qué tanto afán? Porque son variedades que se están perdiendo a favor de las calabazas híbridas, que están más extendidas. Y lo cierto es que las híbridas son necesarias pero, desde nuestro punto de vista, hay que mantener también un nivel adecuado de variedades tradicionales, por sus magníficos aportes en aroma, sabor, coloración y dulzor.
En Peris, destinamos las variedades tradicionales de calabaza a I, IV y V gama. En I gama las vendemos enteras, en IV gama las trabajamos peladas y troceadas en distintos formatos, y en V gama las destinamos a asarlas al horno, para facilitar su consumo como postre o tentempié saludable.

Variedades tradicionales de calabaza
Proceso de selección de semillas de variedades tradicionales, paso a paso
Así que, cosecha tras cosecha, elegimos las mejores piezas procedentes de tierras aisladas de otros cultivos próximos, para evitar contaminaciones por polinización cruzada. La recolección se hace en el punto óptimo de maduración, lo que garantiza que la semilla esté totalmente formada y madura. De todas las piezas recolectadas, únicamente seleccionamos las semillas de aquellas que presentan una buena formación, una coloración externa e interna óptima y un peso acorde a su volumen, vigilando, a su vez, que no presenten ninguna característica no deseada o impropia de la variedad.
El siguiente paso es el de separar las semillas de posibles restos de pulpa, y colocarlas en bandejas en una habitación limpia, con buena ventilación y a temperatura ambiente, para que inicien el proceso natural de secado. Durante un periodo de entre 15 y 20 días, las semillas se revisan a diario, controlando la perdida de humedad a través del peso de las mismas. Como último paso, las envasamos en recipientes que guardamos bajo condiciones de temperatura y humedad controladas, con el objetivo de mantener la viabilidad de estas semillas por un largo periodo de tiempo.
Ensayos de germinación y replantación

Semillas de calabaza seleccionadas y germinadas
Nuestros técnicos completan otra fase para asegurar la viabilidad de las semillas, se trata de los ensayos de germinación, donde se comprueba el estado de las semillas. En la actualidad, nuestras cifras de éxito se sitúan en el 96%.
El último paso es el de la replantación. Las semillas de variedades tradicionales vuelven al campo para convertirse en calabaza y, finalmente, ofrecer a nuestros clientes una excelente experiencia culinaria, gracias al sabor, textura, color y aroma. Así que si eres un amante de la calabaza en todas sus versiones, elige las variedades tradicionales, porque merecen mucho la pena.