Junto con el CO2, el agua es el principal alimento de las plantas.

Sin agua no hay cosechas abundantes.

Sin cosechas abundantes, los alimentos escasean.

Si los alimentos escasean, sus precios aumentan.

El agua es el maná del siglo XXI, bien escaso que últimamente solo obtenemos del subsuelo, ya que del cielo hace muchos meses que no cae de manera continuada.

Pese a las lluvias de las últimas semanas, en algunas zonas torrenciales, estamos en sequía y esto se sufre a muchos niveles y en muchos sectores, entre ellos y de manera notable, en el sector agrícola.

En Vicente Peris vivimos del campo y todos nuestros cultivos tienen una determinada demanda de agua que hay que satisfacer.

Por este motivo, tratamos de ser lo más eficientes posible en la gestión de los riegos y esto es por varios motivos. Por una parte, la sensibilización hacia la escasez de un bien que es esencial y que está en manos de todos cuidar. Por otra parte, el agua tiene un coste, de manera que para cualquier empresa agrícola o agricultor, el objetivo está puesto en darle al cultivo exactamente lo que necesita, para que se nutra sin desperdiciar ni una gota de agua.

5 prácticas para el uso eficiente del agua que utilizamos en Peris

Riego por goteo en instalaciones Vicente Peris

La eficiencia es el día a día en Peris en multitud de procesos, y entre ellos también en el riego de los cultivos. Aquí os compartimos nuestras prácticas de eficiencia en el campo.

1. Riego a goteo:

Se trata de un método de máxima eficiencia que proporciona agua a las plantas de manera controlada y precisa. Esto posibilita aplicar el riego en la zona de las raíces, lo que ayuda a incrementar el rendimiento del cultivo, y no en otras zonas donde el riego no aporta gran valor. Además, esta tecnología también suele permitir la fertirrigación, para una aplicación más selectiva de fertilizantes o nutrientes.

2. Riegos a primera hora de la mañana:

Es de madrugada cuando la tierra está más fresca y la temperatura ambiental es más baja, de manera que se reduce considerablemente la evapotranspiración del agua por el efecto del calor. Al no evaporarse, la tierra se queda con mayor volumen de agua y los riegos no solo han de ser de menores, sino que le damos un mejor aprovechamiento a este recurso tan limitado.

3. Cálculo de la necesidad de riego teórica que destinamos a cada tipo de cultivo y zona de plantación:

Ni de más ni de menos, el objetivo es darle a la tierra la cantidad exacta de agua que necesita, o al menos intentarlo. Para ello, en Peris nos valemos de unos estudios que tienen en cuenta la necesidad hídrica del tipo de cultivo, la evapotranspiración y la pluviometría del año anterior, lo que nos permite partir de unos datos. Datos que, obviamente, hay que actualizar constantemente y cotejar con la pluviometría real y con el ciclo en el que esté el cultivo, ya que no es lo mismo una plántula que está en fase de crecimiento que una planta que ya tiene sus frutos.

En cultivos en los que contamos con tecnología de precisión más avanzada, incluso se puede determinar el riego por zonas o por plantas, y aplicar riegos localizados, lo que afina aún más la eficiencia en el uso del agua.

4. Sacarle el máximo partido al riego a manta:

En la Huerta de Valencia, donde también tenemos tierras de cultivo, el procedimiento es diferente. En este caso el riego es a manta del agua que llega del río Turia mediante el entramado de acequias centenarias.

Aquí lo habitual es que el agua se ‘suelte’ para todos los agricultores determinados días a determinadas horas, y si esa agua no se usa para riego se vierte al mar. Por ello, siempre tratamos de aprovechar los días de riego, para que esa agua tan preciada tenga un uso agrícola, y no termine en el Mediterráneo.

En estos campos plantamos cebolla tierna, apio blanco y calabaza de cacahuete, y lo hacemos en invierno, periodo en el que las exigencias de riego son menores.

5. Mantenimiento de infraestructuras de riego:

Una fuga por aquí, una rotura por allá… Las infraestructuras de riego necesitan un correcto mantenimiento para que no haya pérdidas de agua injustificadas. Por este motivo, toda la red de tuberías de goteo se revisa a menudo, así como las válvulas y los cabezales, para detectar y resolver lo antes posible cualquier incidencia que se dé y que no repercuta en una pérdida de agua.

El papel del agua en el sector agrícola y en la industria agroalimentaria

Es importante tener en cuenta y valorar que el uso de agua en la agricultura es necesario y vital para la producción de alimentos, es decir, para alimentar al mundo. Pero no por ello todo vale.

En Peris somos conscientes de que es importante utilizar prácticas de riego eficientes y sostenibles para reducir el uso excesivo de agua y proteger los recursos hídricos de nuestro entorno a medio y a largo plazo.

Contar con los certificados global GAP y el ISO 14001 de gestión ambiental nos ayuda a reforzar todas estas prácticas de eficiencia y sostenibilidad, ya que nos regimos por un estándar internacional y estamos auditados de manera externa. Esto significa que la exigencia es altísima.

Más allá de la eficiencia en los cultivos, también hay mucho trabajo en las plantas de producción a nivel organizativo. Porque hacer las cosas de una manera o de otra, pequeños gestos del día a día, pueden ahorrar litros y litros de agua.

Y por supuesto, otra de nuestras técnicas de eficiencia es huir del conformismo. Cada año nos planteamos nuevos objetivos de eficiencia y esto nos hace mejorar los consumos de energía y de agua ejercicio tras ejercicio.