Plástico. ¡Ups! Es uno de los materiales más denostados por el problema medio ambiental que su mal uso ha generado tras muchos años de tratar con él. En la industria alimentaria es uno de los más usados, porque a día de hoy sigue siendo el más versátil, económico y óptimo para la conservación de los alimentos y para mantener la seguridad alimentaria.
Pese a la tendencia a medir todos los plásticos por el mismo rasero, lo cierto es que hay muchos matices que es justo tener en cuenta. Uno de ellos es el origen de ese plástico, ya que en muchos casos contienen un alto porcentaje de material reciclado. Otro de ellos es el tipo de plástico que tenemos entre manos, porque en la actualidad, la mayoría son polipropileno (PP) y tereftalato de polietileno (PET), ambos 100% reciclables. En el mundo de la alimentación en fresco el preferido es el PET porque es más transparente y los alimentos se pueden presentar mejor.
¿Qué es plástico PET?
El plástico PET es totalmente reciclable y respetuoso con el medio ambiente. Si este tipo de plástico se gestiona con responsabilidad, es decir, si se deposita en los contenedores amarillos de reciclaje, puede entrar en el circuito de la economía circular muchas veces. No solo el PET, sino todo tipo de residuos pueden terminar siendo pasto de las llamas. La incineración o quema de residuos sólidos a cielo abierto es la responsable de la liberación del 20% de partículas inhalables.
Tal y como se muestra en el trabajo realizado por András Hoffer y colaboradores, Emission factors for PM10 and polycyclic aromatic hydrocarbons (PAHs) from illegal burning of different types of municipal waste in households, publicado en Atmospheric Chemistry and Physics en 2020, el PET libera en torno a 5 veces mas partículas inhalables que la combustión de madera. Sin embargo, el resto de plásticos libera entre 10 y 40 veces mas partículas inhalables que la madera, o entre 2 y 8 veces mas partículas que el PET.
Si acaba en entornos naturales, tenemos un problema, porque es muy resistente y puede durar 1.000 años. Por ello, es muy importante reciclar el plástico, y en ello los consumidores tienen, tenemos, un papel protagonista.
En Vicente Peris utilizamos plástico, mayoritariamente en nuestra división de IV y V gama. A medio plazo, seguiremos haciéndolo, porque a día de hoy no hay una alternativa en el mercado que nos permita comercializar nuestros productos listos para consumir, sin las tarrinas que los contienen. ¿Dormimos por la noche? Muy tranquilos. Porque nuestros envases son la versión más sostenible de plástico que ahora mismo se puede encontrar en el mercado.

Envases de plástico PET
¿Por qué nuestros envases de PET reciclado merecen la redención?
- Los envases que utilizamos en Vicente Peris para IV y V gama están fabricados con el 70% de plástico reciclado de origen PET, que como hemos visto, es el más sostenible porque es 100% reciclable y reciclado. Si te preguntas por qué nuestros envases no son 100% reciclados, la repuesta es sencilla: a día de hoy no es posible y el 70% es lo máximo que podemos incorporar para que no repercuta en la conservación de los alimentos ni en la seguridad alimentaria, que es un aspecto prioritario.
- El Gobierno trabaja en un proyecto de ley de residuos que exigirá que todos los envases PET deberán incorporar un 25% de material reciclado en 2025 y un 30% en 2030. Como hemos comentado en el punto anterior, en Vicente Peris esa cifra alcanza el 70% desde el año 2018, muy por delante de los plazos y porcentajes que marca el citado proyecto de ley.
- Siempre estamos optimizando nuestros envases. Actualmente estamos sustituyendo los cubiertos de plástico en la línea de fruta pelada, cortada y lista para consumir, por otros de madera de abedul sostenible procedentes de fuentes certificadas. La madera de abedul es compostable y se puede desechar en el contenedor de restos orgánicos.
- Desde hace meses trabajamos en un proyecto con Prevented Ocean Plastic (POP), lo que nos permitirá incorporar en breve envases sostenibles producidos con plásticos procedentes de mares, ríos y otros entornos naturales. Un proyecto precioso que estamos deseando contaros.
- En el 2019, eliminamos por completo las bandejas de un tipo de plástico menos amigable que el PET, se trata del poliestireno expandido. En la actualidad, en la línea de I Gama y para productos como el apio blanco, utilizamos bandejas de caña de azúcar, biodegradables y compostables.
La tasa ecoembes, otro modo de colaborar con la economía circular
Cada empresa sabe hasta dónde puede o quiere llegar en el ámbito del reciclaje y la sostenibilidad. Pero existen normativas que todas debemos cumplir y muchas de ellas inciden en cuestiones de reciclaje y sostenibilidad. La llamada tasa ecoembes es una de ellas.
Todas las empresas pagamos un impuesto en base al volumen de envases que introducimos en el mercado, de esta manera se cubre el coste que supone la recogida selectiva de residuos de envases. El denominado coste del Punto Verde depende del tipo de material: aluminio, cartón, plástico, acero, cerámica, madera, corcho, tetrabriks, etc.
Es otro modo de mostrar cómo desde la industria contribuimos también con distintos impuestos en que los procesos de producción sean cada vez más responsables.

Envases de plástico PET y la sostenibilidad
En Vicente Peris siempre queremos más sostenibilidad, es parte de nuestra RSC
Poner envases sostenibles en el mercado e ir por delante de la legislación, es mucho, pero no lo es todo. Hay mucho más que se puede hacer y en Peris lo practicamos a diario, porque así lo tenemos integrado en nuestra Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
La gestión interna del plástico que utilizamos en nuestro día a día y que tras su uso eliminamos, es otra de nuestras prioridades. Nos referimos, por ejemplo, a garrafas de productos de limpieza, tarrinas que sufren algún daño en el proceso de producción y no salen al mercado… Todos esos desechos se eliminan a través de gestores autorizados. Esto significa que en nuestras instalaciones contamos con contenedores donde depositar residuos de plástico, que son recogidos por empresas especializadas que los llevan a plantas de reciclaje para que puedan tener una nueva vida, lejos de mares, ríos o entornos naturales.
La pandemia también nos ha permitido encontrar nuevas vías de reducción de objetos de plástico. En las semanas más duras, era muy difícil encontrar guantes desechables, que para nosotros eran un material de uso habitual. Por ese motivo, decidimos eliminar este material del equipo de protección individual, y en la actualidad utilizamos guantes que lavamos y desinfectamos a diario y que nos permiten trabajar con ellos durante periodos mucho más largos, manteniendo intacta su principal función, la asepsia en los procesos y la seguridad alimentaria. Y como el cambio fue positivo, también hemos hecho lo mismo con los delantales y manguitos.
El plástico es un material increíble que ha supuesto toda una revolución industrial dentro de muchos sectores (médico, transporte, automoción, aeronáutica, construcción, agricultura…), por ello, hasta que no haya alternativas, tendremos que seguir conviviendo con él. Su vida ya es larga de por sí (un siglo, nada más y nada menos), contribuyamos a que, además de una vida larga, tenga una vida responsable gracias a la economía circular de la que todos, tú incluido, podemos participar.