Cuando Vicentín nació se convirtió en el primogénito de la familia formada por Vicente Peris Ortiz y Rosa Tatay Burgos. Él, agricultor y soñador. Y ella, ama de casa que siempre apoyó los sueños de su marido.

En aquel momento, 1944, Vicente Peris Ortiz era corresponsable junto a su padre Vicente Peris Orts, y posteriormente en el 1957 con su hermano Ramón, de una empresa agrícola en Cuiper, colonia agrícola del pueblo de Foios, enclavada en plena Horta Nord de Valencia. Y esa empresa, por aquel entonces llamada Vicente y Ramón Peris Ruiz, ya comenzaba a ser reconocida en los mercados de Barcelona y Valencia por la calidad de sus melones piel de sapo, producto en el que se especializaron.

La empresa comenzó a coger fuerza y una de las primeras decisiones que tomaron fue la de crear marcas, algo muy poco habitual en el sector. Las primeras en llegar fueron 18 Quilates y Oro de Cuiper. Al tiempo, una de esas marcas asociada a melones de gran calidad tomó el nombre de Vicentín, el primogénito que estaba llamado a continuar el negocio familiar.

Esa etiqueta, además del nombre, mostraba la imagen del niño vestido de torrentí, traje típico de la huerta valenciana, símbolo de la tradición agrícola tanto de Valencia como de las localidades limítrofes. Con esta marca Peris representaba su conexión con la cultura local, pero además aportaba confianza y familiaridad a los consumidores.

Los melones del ‘xiquet faller’ (niño fallero), como popularmente se empezó a conocer a Vicentín, comenzaron a coger renombre porque la calidad asociada era indiscutible.

La tradición de las etiquetas con fotos de niños

En la provincia de Valencia es común encontrar productos agrícolas que llevan etiquetas con fotos de niños y su nombre. Esta práctica, que se ha mantenido a lo largo de los años, tiene un significado muy simbólico: refleja la dedicación y el esfuerzo de las familias locales en la producción agrícola. Las fotos de niños en las etiquetas simbolizan la continuidad generacional y la transmisión de conocimientos y valores de padres a hijos.

En el caso de Peris, con los años llegarían otras etiquetas con los nombres del resto de hijos de la familia: Rosita Peris, Joaquín e incluso del nieto y actual director general de Peris, Alberto.

Marcas que fueron diluyéndose en el tiempo, no así la de Vicentín, que permanece vigente hasta el día de hoy.

Año 2010: simplificación y mejora de la legibilidad

Los gustos estéticos cambian y las marcas han de evolucionar con los tiempos, y eso mismo es lo que ha pasado con Vicentín. En el año 2010 la marca Vicentín experimentó su primera evolución.

Los elementos gráficos de las etiquetas se simplificaron y mejoraron su legibilidad. Se eliminaron elementos, se dio más importancia al nombre y se introdujo la marca Peris, para que el tirón de Vicentín contribuyese al conocimiento de la empresa.

Esta actualización tenía como objetivo hacer la marca más accesible y reconocible para los consumidores, pero sin perder su esencia.

En esta etapa la marca Vicentín se comenzará a incorporar también a sandías.

2022: Vicentín pasa de foto a ilustración

En 2022, Vicentín dio un paso más en su evolución. La fotografía tradicional del niño fue reemplazada por una ilustración, adaptándose a las tendencias actuales y a las expectativas de un mercado modernizado.

La ilustración mantiene la identidad visual de la marca, pero con un enfoque más contemporáneo que conecta mejor con las nuevas generaciones.

En esta nueva evolución, además de ilustrar la foto, se vuelven a simplificar los elementos que acompañan a la imagen del niño. Desaparece el escudo heráldico y se incorpora un sombreado que da un contexto a Vicentín, ya que lo ubica en la huerta de Valencia. Esto se consigue mostrando tras la imagen del niño y de manera sutil la imagen de una barraca, típica casa de labranza, y los caballones de las tierras de cultivo.

El nombre Vicentín pasa de un dorado sobre negro a un blanco sobre negro, dándole mayor visibilidad y legibilidad a la marca.

La actualización también ha permitido una mayor flexibilidad en el diseño y en su adaptación a diferentes formatos y soportes más allá de la etiqueta, como las cajas de cartón donde se transportan.

Peris y su compromiso con la calidad

Los años van pasando y el tiempo impone evolución, pero lo que no ha cambiado es el compromiso de Vicente Peris con la calidad de sus productos.

La marca Vicentín sigue siendo sinónimo de excelencia, gracias a la dedicación y al esmero con los que se cultivan y seleccionan estos productos.

La evolución de la imagen de marca es un reflejo de la capacidad de Peris para innovar y adaptarse, eso sí, sin perder de vista sus raíces y su tradición.

Si aún no has probado un melón o una sandía Vicentín, te recomendamos hacerlo. Puedes encontrar estos productos en las fruterías más selectas de las principales ciudades y también en nuestra tienda online.