En Peris la palabra calidad la utilizamos mucho, pero no se nos desgasta.
Le sacamos brillo a diario y tratamos de apuntalarla cada vez más, para que ese concepto sea una paraguas cada vez más grande bajo el que se cobijen todos los departamentos de la empresa.
Tenemos un departamento de calidad, que coordina, propone, forma y audita que todo se lleve a cabo según la normativa interna, y también la que nos viene marcada por los numerosos certificados de calidad con los que contamos (IFS Food v8, GlobalG.A.P., ISO 14001 y Producción Ecológica CAECV).
En el imaginario de la gente, el concepto ‘calidad’ se suele asociar al producto final. En nuestro caso, por ejemplo, fruta y verdura de I gama como melones, sandías, calabazas, apio blanco y garrofón. También fruta y verdura de IV gama, como granada, zanahoria, mango, coco, de nuevo calabaza, etc. Y por último, productos de V gama, como la calabaza asada y la fruta en almíbar.
Pero, ¿qué sería de un melón de buena calidad, que no se transporta de manera adecuada? ¿que no se etiqueta con los datos de procedencia? ¿que no se almacena a la temperatura adecuada?, ¿que no se encaja con el cuidado que requiere?, ¿que no se distribuye en tiempo y forma?
Pasa que la calidad del producto se mermaría si en todos los procesos de manipulado no se tiene en cuenta ese mismo concepto de ‘calidad’.
Por ese mismo motivo, absolutamente todos los miembros de nuestro equipo están formados en concepto de calidad. Y no solo en lo que tiene que ver con la producción. También en la atención al público, en la limpieza, en la gestión de clientes y proveedores, en el control de la calidad del agua, del aire… Y un larguísimo etcétera de tareas más.
Control de calidad en cada paso del proceso
En Peris, sabemos que la calidad no es una fase ni un punto de control aislado, es una constante en cada una de las etapas del proceso. Para ello, implementamos controles específicos que permiten asegurar que cada paso del camino se realiza con el máximo cuidado y conforme a los estándares más altos. Y aquí os compartimos algunos ejemplos.
Control de calidad del agua
Uno de los pilares fundamentales para garantizar la inocuidad de nuestros productos es el agua. Para su control, llevamos a cabo monitoreos regulares para verificar que el agua con la que trabajamos cumple con los estándares de calidad exigidos, asegurándonos de que cuenta con los parámetros de seguridad que eviten cualquier tipo de contaminación cruzada.
Control de calibres, grados Brix y penetrometría
Para nosotros, la satisfacción del cliente es primordial, y sabemos que cada fruta tiene que cumplir con ciertas características que nos exigimos como marca. En el caso de productos como el melón y la sandía, medimos el grado Brix, es decir, el contenido de azúcar, para asegurar que el sabor cumple con las expectativas del consumidor.
Asimismo, controlamos los calibres, ya que el tamaño y la consistencia de cada partida deben cumplir con nuestras exigencias y determinan la marca (Peris Dolce, Vicentín, 18 Quilates…) que se asignará a cada partida. Además, realizamos pruebas de penetrometría para medir la firmeza de la pulpa y asegurar que la textura sea la adecuada, contribuyendo a que el consumidor disfrute de una fruta en su punto óptimo de maduración.
Esto nos permite entregar un producto homogéneo y de excelente calidad en cada lote que sale de nuestras instalaciones.
Control de envases para IV gama
La calidad del envase es igual de importante que la del producto que contiene. Nos aseguramos de que los envases de IV gama sean resistentes y adecuados para prolongar la frescura de frutas y verduras. Esto implica llevar a cabo pruebas de durabilidad y resistencia que certifiquen que el envase protege el contenido durante su almacenamiento y transporte. De esta manera, logramos que el consumidor final reciba el producto en óptimas condiciones, tanto en términos de sabor como de apariencia.
Control de limpieza de instalaciones
La limpieza es esencial en nuestras instalaciones, no solo para cumplir con la normativa, sino porque es un componente básico de la calidad. Implementamos controles de limpieza en todas las áreas de producción y procesamiento mediante placas de cultivo que nos permiten evaluar la presencia de microorganismos y así prevenir cualquier tipo de contaminación. Este riguroso sistema de control garantiza que nuestros productos sean manipulados en un ambiente higiénico y seguro.
Control de atmósfera en envases
Para productos de IV gama, la conservación se logra mediante un control preciso de la atmósfera en los envases. Este sistema permite ajustar los niveles de gases como el oxígeno y el dióxido de carbono, lo cual ralentiza el proceso de maduración y proliferación microbiana, y mantiene la frescura de los alimentos durante más tiempo. En Peris, dedicamos recursos a supervisar este aspecto con sumo cuidado, pues sabemos que la correcta atmósfera controlada en los envases puede marcar la diferencia en la experiencia del consumidor.
Control de temperatura en transporte
Una correcta manipulación no se limita a nuestras instalaciones, también se extiende al transporte. Los productos de IV y V gama deben ser transportados a temperaturas específicas para mantener su frescura y propiedades organolépticas. Por ello, controlamos la temperatura de los camiones frigoríficos que transportan nuestros productos, para evitar que se rompa la cadena de frío, reforzando así la seguridad alimentaria.
Protocolos en salas blancas
Finalmente, implementamos medidas preventivas rigurosas para acceder a las salas blancas donde pelan y trocean las frutas y verduras. El acceso a estas áreas requiere cumplir con estrictos protocolos de higiene y uso de indumentaria especial, lo cual minimiza cualquier posibilidad de contaminación. Esta precaución es fundamental para preservar la calidad y seguridad de los alimentos que procesamos, garantizando que lleguen al consumidor en condiciones óptimas.
Son solo algunos ejemplos, hay tantos como procesos llevamos a cabo en la empresa.
Es por eso que en Vicente Peris la calidad no es solo nuestro lema (‘Peris es calidad’), ni si quiera un conjunto de procedimientos o certificaciones, es una cultura que impulsa cada acción y decisión dentro la empresa.